POSICIÓN DE ACORD COLOMBIA SOBRE LAS EXCLUSIVIDADES DEL MUNDIAL DE FUTBOL SUB. 20
(BOGOTÁ D.C., 28 DE JULIO DE 2011). Una enérgica posición asumió la Asociación Colombiana de Periodistas Deportivos en contra de la organización del Campeonato Mundial Sub 20, pero en especial hacia la FIFA y sus exclusividades que dejaron, según su presidente, a los mismos comunicadores sin la posibilidad de trabajo en un evento donde los de casa debieron tener todas las herramientas para su cubrimiento.El pronunciamiento se realiza en la edición Nº 23 del PERIODICO RECORD que circula a partir de hoy.
Según su presidente, Carlos Julio Castellanos, el certamen orbital sin comenzar, ya deja una “inmensa deuda frente a trabajadores, como los periodistas deportivos, que tendrán que dejar de laborar durante casi un mes porque una multinacional como FIFA, venida a menos por los presuntos escándalos de corrupción, puede hacer y deshacer como a bien lo tenga”.
Reiteró Castellanos Rincón que “hay hechos, algunos con la complacencia del gobierno, que no podemos pasar por alto. Nos referimos al tema de los derechos, que se inventaron precisamente los del fútbol y que hoy deja una cifra bastante considerable de comunicadores sin empleo, quien lo creyera, en su propio país, Y de paso, la complicada odisea que vivieron muchos de nuestros colegas para acceder a la credencial. Todo, con la excusa de que el evento es FIFA y es ella, solamente ella, la que manda en el país. ¿Será eso posible?”.
Advirtió el presidente de la Asociación que “ACORD, como institución que debe velar por el beneficio de sus asociados y en general del periodismo deportivo colombiano, agotó todas las instancias ante los organismos competentes para transmitir, de paso, el clamor de cientos de colegas que cada vez veían alejar la probabilidad de trabajar en el Mundial”.
Recordó “que acudimos al vicepresidente Angelino Garzón, tocándole la fibra de líder sindical, para que desde su alta posición intercediera ante los monopolios y los periodistas colombianos pudieran trabajar”.
Afirmó que se hicieron las gestiones para que “el Estado, por intermedio de Coldeportes, buscara la opción de liberar esos derechos, eso sí pagándole lo que les viniera en gana a sus dueños, para que las emisoras independientes o mal llamadas pequeñas pudieran tener acceso a las transmisiones radiales”.
Carlos Julio Castellanos mostró su indignación al reflexionar sobre el hecho que “en Colombia, los periodistas debemos pagar para trabajar. Qué ironía, cuando hablamos de libertad de expresión y del derecho al trabajo”.
Bajo las estadísticas de la ACORD, para este Mundial Sub 20, “que se juega en Colombia pero que no es de Colombia, se presentaron 3.960 solicitudes de acreditación y se aprobaron 1.460 para medios de comunicación, cuyo color es el amarillo. Pero, qué barbaridad, para otros items como invitados, FIFA, autoridades, etc, la cifra fue de 6.800. Es decir las otras 5.340 en manos de quiénes están?
Finalmente comparó con lo que se vivió meses atrás con el Mundial de Fútbol de Salón cuando “hubo garantías para la prensa deportiva, todos pudieron transmitir, sin el ‘sanbenito’ de los derechos. El país ganó, no hubo tanto gasto ni se derrochó tanto dinero, y lo más importante, al final, el propio Jefe de Estado lo vivió”.
A continuación, el texto completo del editorial que se registra en la edición 23 de Récord, el órgano oficial de prensa de los periodistas deportivos, que entra en circulación desde mañana:
Cuando esta edición de Récord esté en sus manos el balón ya habrá rodado para dar inicio al Campeonato Mundial de Fútbol Sub 20, un evento de gran trascendencia para Colombia y con una monumental inversión que supera los 200 mil millones de pesos, pero con una inmensa deuda frente a trabajadores, como los periodistas deportivos, que tendrán que dejar de laborar durante casi un mes porque una multinacional como FIFA, venida a menos por los presuntos escándalos de corrupción, puede hacer y deshacer como a bien lo tenga.
No estamos en contra del Mundial Sub 20 de Fútbol; ni más faltaba. El hecho de que esta edición de Récord, el medio de información oficial e institucional de la Asociación Colombiana de Periodistas Deportivos, ACORD, le dedique casi un ciento por ciento de su contenido, es la mejor demostración. Siempre, como gremio, hemos apoyado y seguiremos apoyando todo aquello que vaya a favor de nuestro pueblo. Por lo menos, así en lo deportivo no se alcancen los resultados, es un rato placentero para alejarnos de la cruda realidad que afronta la nación.
Pero hay hechos, algunos con la complacencia del gobierno, que no podemos pasar por alto. Nos referimos al tema de los derechos, que se inventaron precisamente los del fútbol y que hoy deja una cifra bastante considerable de comunicadores sin empleo, quien lo creyera, en su propio país, Y de paso, la complicada odisea que vivieron muchos de nuestros colegas para acceder a la credencial. Todo, con la excusa de que el evento es FIFA y es ella, solamente ella, la que manda en el país. Será eso posible?
ACORD, como institución que debe velar por el beneficio de sus asociados y en general del periodismo deportivo colombiano, agotó todas las instancias ante los organismos competentes para transmitir, de paso, el clamor de cientos de colegas que cada vez veían alejar la probabilidad de trabajar en el Mundial. Y resulta paradójico que entre tanto el Presidente Santos le decía al mundo que las puertas de Colombia están abiertas de par en par para recibir a todo aquel que quisiera venir a nuestras ciudades sedes lo podía hacer, incluso en algunos casos, sin la necesidad de presentar pasaporte, menos visa. Simplemente con el documento oficial de su país podía entrar “como Pedro por su casa”. Y los nuestros qué? Las inversiones también fueron costosas. Se gastaron miles y miles de millones de pesos en promoción y publicidad. Pero lamentablemente, el lado humano de los periodistas colombianos, aquellos que no trabajan en las grandes cadenas que explotan los derechos como Caracol y RCN, quedaba a la deriva, a la intemperie y sin la menor opción de tener un asiento o un espacio en cualquiera de los estadios.
Luego acudimos al vicepresidente Angelino Garzón, tocándole la fibra de líder sindical, para que desde su alta posición intercediera ante los monopolios y los periodistas colombianos pudieran trabajar. A mediados de julio se nos alegraron los corazones porque ese mensaje al hombre probo y sindical estaba dando resultado y desde su despacho se anunciaba que empezaban los contactos para que el Estado, por medio de Coldeportes, buscara la opción de liberar esos derechos, eso si pagándole lo que les viniera en gana a sus dueños, para que las emisoras independientes o mal llamadas pequeñas pudieran tener acceso a las transmisiones radiales. A estas alturas y cuando esta edición estaba en la víspera de su impresión, desconocemos qué pasó y en dónde se quedaron las ganas de apoyar a la clase trabajadora enmarcada en el periodismo colombiano.
En otros países, y eso lo conocimos en el Congreso de AIPS América, el Gobierno y el Estado defienden a la clase trabajadora de vejámenes como este de los derechos deportivos para transmisiones que cada vez cercenan más el poco lugar para laborar. Aquí se ratifica lo que dijimos recientemente en un foro para debatir la nueva ley de prensa: en Colombia, los periodistas debemos pagar para trabajar. Qué ironía, cuando hablamos de libertad de expresión y del derecho al trabajo.
Otro tema no menos degradante, el de las acreditaciones. Y vuelve sobre el tapete el sofisma de los derechos. La mayor cantidad de las credenciales de prensa se entregaron a Caracol y RCN, en radio y televisión, por que son los dueños de los derechos. Y el resto de la prensa deportiva que se pelee como pueda el poco porcentaje que queda.
Para este Mundial Sub 20, que se juega en Colombia pero que no es de Colombia, se presentaron 3.960 solicitudes de acreditación y se aprobaron 1.460 para medios de comunicación, cuyo color es el amarillo. Pero, qué barbaridad, para otros items como invitados, FIFA, autoridades, etc, la cifra fue de 6.800. Es decir las otras 5.340 en manos de quienes están?
La ACORD es una agremiación reconocida por el Estado Colombiano por medio del decreto 2428, firmado en 1955 por el entonces presidente Gustavo Rojas Pinilla, y el carné es considerado como nuestra cédula deportiva. Se habla de que tenemos el acceso abierto a todos los escenarios deportivos oficiales en donde se organicen competencias deportivas. Pero tampoco para el caso del Mundial Sub 20, ese derecho ganado desde hace 65 años valió ante FIFA y la Federación Colombiana de Fútbol. Todos guardamos hermetismo ante el silencio, igualmente, de nuestras instituciones que permitieron el desconocimiento y el atropello. No es acaso entutelable este derecho? No resulta improcedente que a nuestro país vengan y lo manejen extranjeros pisoteando derechos como el que nos asiste a los periodistas ACORD, por lo menos de acceder a los estadios para poder ir y ver para luego desde sus estudios de emisión poder desarrollar su trabajo?
Quedan estos interrogantes para el Gobierno del Presidente Santos, periodista antes que estadista, para que en el futuro estos hechos no se repitan. Qué lástima, en marzo pasado, Colombia fue sede de otro mundial, el de fútbol de salón, en donde las condiciones fueron bastante diferentes. Hubo garantías para la prensa deportiva, todos pudieron transmitir, sin el sanbenito de los derechos. El país ganó, no hubo tanto gasto ni se derrochó tanto dinero, y lo más importante, al final, el propio Jefe de Estado lo vivió. Esos muchachos, acompañados de esos dirigentes modestos y sanos, nos dieron el título de campeones del mundo, honores que esperamos sean repetidos por quienes comenzaron la brega en el Mundial Sub 20 de Fútbol.
OFICINA DE PRENSA DE ACORD COLOMBIA, acordcolombia@yahoo.es, teléfonos 6609370 y 6609371, Bogotá.
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